jueves, 22 de marzo de 2012

Tratado N°3

El desgraciado empezó a hablar de Sabina como si fuera un dios griego. Si manejara mejor el inglés me los cago con Reed o con Dylan. Es que yo se que tiene buenas letras, y que no venden la del bohemio en Paris o en Bs. Aires. Pelmazos, es más, el infravalorado Jorge Gonzalez tiene discos enteros con mejores canciones. Un día, otro me empezó a hablar del rap y la música negra y bla bla. El caso es que jamás escuchó un puto disco de la Motown el muy infame. O ese carrete con los actores (¡que hijos de puta mas grandes!) y su musiquita de mierda: Nueva Cumbia Chilena, Manuel Garcia, y algún trovador que los hiciera sentir hijos de alguna revolución. Nada personal contra esa música, sólo contra la interpretación y apropiación de estos energumenos. Lo bueno es que me dejaron invitado a un par de obras a las cuales, por supuesto no fuí. Bueno, para que vamos a hablar de los metaleros, porque tengo un par de amigos que podrían salir lastimados.

J. Peralta

Tratado N°2

En la solemne cabeza de pescado no hay espacios para megalomanías. Así fue como comenzó el día de este pobre hombre.

- Ahora dime ¿Cómo era eso de la técnica secreta para la polla gol?
- Muy simple, tomas el programa del experto y le apuestas a los de menor riesgo.
- Ahhh, asi agotas las probabilidades para ganar.
- Exacto.

Miré su foto, bajé a buscar un racimo de uvas, proseguí mi lectura mientras comía, y al terminar Kind Of Blue, pensé que era hora de partir. Hay que darle movimiento al día, pensé. Tomé mis ropas primaverales, me puse mis lentes, un poco de musica, mi libro y tomé rumbo a la estación de metro Las Parcelas. Nunca me he sentido así de bien desde los tiempos dorados. Es diferente, pero la sensación de poder hacer cualquier cosa es sagrada.

J. Peralta