Gringo/Teologia/Incomodo/Dios

Bien, el otro día (ya no recuerdo cual), estaba sentado tranquilamente en los bordes del anfiteatro que utilizamos como bancas ( o son bancas?), cuando me llaman al celu. Miro el numero y no es registrado. Esas llamadas siempre generan algo de desconfianza, pero contesté para darme cuenta que se trataba de un gringo cristiano con el cual conversé hace varios meses, mientras los cabros jugaban ping-pong. En términos generales, fue una converascion incomoda: el tipo me preguntaba como iba con mi vida ( lo que es una pregunta que roza con lo gay y con lo psicopata tratandose de una persona que uno no frecuenta mucho, por no decir nada, pero que tratándose de un gringo cristiano de buenos sentimientos podría ser lógico), yo le respondía en monosílabas sin animo de extender la conversacion, y el continuaba con sus preguntas de buena fe cristiana, hasta que logré terminar la incomoda conversacion parecida a las que uno podría tener con un ex compañero de colegio con el cual no existe nada en común. Respiré aliviado. Solo por un momento, porque el tipo andaba deambulando en la universidad y pasó en frente mio. Lo que logré por teléfono, será imposible en persona: tendré que enfrentar esta conversacion.

El tipo reaccionó sorprendido al verme y me saludó afectuosamente. Tras algunos fallidos intentos mios para zafar, el tipo lanzó un simple pero contundente "¿Y, como va todo?". Fácil era responderle por teléfono, pero en persona tendría que nuevamente enfrentar mi condición ontológica deteriorada a una condición espiritual amparada en la cristiandad y con más fundamentos que el Daniel: mal que mal era un gringo que lisa y llanamente andaba convirtiendo paganos por el mundo con el cual conversé hace unos meses y por alguna razón le conté la situación trágica que implicaba la muerte de mi polola y la devastacion interna que conlleva, de lo cual sacamos una interesante discusión teológica, de la cual esta vez quería escapar.

A medida que avanzaba la conversacion, el tipo me sacó todo el rollo y quedó espantado, pero en buena. Seguramente en otros tiempos menos pluralistas que este, me habría denunciado a las autoridades eclesiásticas para enviarme a la hoguera, porque mi condición es doblemente hereje la cual le demostré en mi explicación: Acepto la existencia de Dios, como Creador y todas sus hierbas, pero me niego a entrar en un dialogo real con Él, básicamente por la inoportuna ocasión en que según yo, se me presentó. Es decir, mi rebelión contra Dios no está en negar su existencia, sino en contemplar la compleja realidad, aceptar que la vida tiene un origen divino y supremo, pero no ponerme en contacto con tal entidad superior. Te-rri-ble. El tipo intentó por todos sus medios dialécticos (vale decir que se nota en él una suficiente formación en ciencias sociales) hacerme caer en una contradicción, pero al ver que coincidía con el en todo lo esencial (principalmente la existencia de Dios) no pudo decirme más que "Es rara tu postura". Me dió la sensación de que el tipo "combatió" mucho tiempo a personas que iban en contra de su postura teológica, pero parece que no había vuelta en esta discusión.

En fin, la conversación me sirvió para varias cosas: matar el tiempo de las 12:30 a las 13:00; arrancar de una conversación por la vía dialéctica, es decir no por la evasión; dejar un poco más clara mi propia postura frente a cuestiones importantes; y terminar esa conversacion inconclusa. Solo se me olvido decirle una cosa: "No, no quiero unirme a tu grupo de cristianos. Tengo el mio, conmigo mismo". De todas formas fue una gran conversacion y es un buen tipo el gringo, que a todo esto dice que los chilenos somos desconfiados y medios pesados. Si alguien tiene su postura frente a Dios, que lo diga, sino que siga viviendo como un imbécil. No vaya a ser que lo pille un gringo y lo ponga en aprietos.

J. Peralta